La estación de tren de Waterloo, en Londres, es habitualmente el escenario de espectaculares campañas publicitarias. Esto es debido al gran tráfico de personas que circula por ella a diario, ya que de esta parten todos los trenes hacia el sur de Inglaterra.
En esta ocasión, la agencia de publicidad JCDecaux, con motivo del estreno del remake de la película Ghostbusters quiso hacer una puesta en escena digna del hall de la estación.
Para ello instalaron una enorme figura del fantasma Stay Puft Marshmallow Man, villano de la película de 1984, en el centro del espacio, simulando que surgía violentamente de la tierra.
Además, para que todo aquel que pasara por allí pudiera hacerse el selfie perfecto, como si el monstruo lo persiguiese, se colocó un adhesivo para suelo en el punto de disparo exacto.
Junto a esto, se construyó una pop up store con forma de boca de metro en la que se podía comprar todo tipo de merchandising del film.
Finalmente se optó por unas lonas impresas colgantes así como unos grandes wallpapers de vinilo impreso colocados en los largos pasillos para promocionar el esperado estreno.
La presentación culminó con un divertido show llevado a cabo por actores que interactuaban con el público vestidos con los icónicos trajes.
El resultado fue una increíble instalación gráfica que introducía a los viajeros en el universo de los cazafantasmas, sorprendiendo a jóvenes y evocando cierta nostalgia a los que ya no lo son tanto.
