La agencia publicitaria Mullen Lowe diseñó, bajo el hashtag #NYCTakeoff, una original campaña de marketing en las calles de Nueva York para la aerolínea estadounidense JetBLue.
La estrategia consistió en la instalación de anuncios impresos en los mupis de 181 paradas de autobús. Estos carteles eran en realidad cupones de grandes dimensiones canjeables por vuelos de ida y vuelta, entradas para ver partidos de baloncesto y beisbol de los equipos locales; y helados.
Más de 100 neoyorkinos arrancaron estos carteles pegados en el exterior tal y como el propio cartel sugería con el juego de palabras take off, que significa despegar (en el caso de un avión) y quitar o llevarse algo.
JetBlue es una compañía que habitualmente realiza este tipo de campañas en las que regala todo tipo de cosas a sus clientes potenciales. En este caso había el aliciente de realizar un supuesto acto de vandalismo consentido “robando” el cartel, una estrategia de gran impacto para un consumidor que en muchos casos dudaba de si estaba haciendo algo fuera de la ley.
