Una encuesta realizada por la empresa Adobe entre altos directivos de más de 300 empresas de éxito mundial ha sacado a relucir que las empresas que adoptan la creatividad como modelo de crecimiento superan a sus homólogas y competidoras en ingresos y tienen más cuota de mercado. Además, afirma que los líderes que ofrecen métodos y financiación para respaldar iniciativas creativas fomentan un mejor ambiente de trabajo y, consecuentemente, aumentan el rendimiento.
Muchos directivos castran los conceptos creativos e innovadores por miedo a las ideas desafiantes o aparentemente imposibles cuando es, a partir de estas, de donde surgen los pensamientos revolucionarios que llevan al éxito: Hay que considerar que lo nuevo sólo puede aparecer cuando dudamos de nuestro punto de vista actual del mundo.
La eficiencia empresarial se basa en la relación entre dos variables: Ingresos y costes. Hasta aquí nada nuevo. La realidad es que muchas empresas que quieren mejorar su rentabilidad únicamente tienen en cuenta la segunda variable, enfrascándose en una reducción de costes exhaustiva sin tener en cuenta que esta opción es limitada y que además, siempre habrá algún competidor, probablemente de un país emergente, que produzca mas barato.
Incrementar los ingresos es la carta a jugar: Vender más gracias a la fidelización y crecimiento de la cartera de clientes, abrirse a nuevos mercados, ampliar servicios,… en definitiva, reinventar el modelo de negocio. Aplicar la creatividad.
Sin creatividad difícilmente pueda haber innovación y, por lo tanto, no habrá un incremento significativo de la competitividad.
A continuación os dejamos 5 pasos clave para el desarrollo del pensamiento creativo::
- Dudar de todo: desafiar la perspectiva actual, ser crítico.
- Investigar las posibilidades: Considerar las opciones que nos rodean
- Brainstorming: Generar ideas nuevas y emocionantes aunque parezcan absurdas
- Analizar: Evaluar y seleccionar aquellas que puedan impulsar los resultados deseables.
- Revisar: Volver a evaluar teniendo en cuenta que ninguna idea es buena siempre.